Yo me atrevo a decir, sin temor a equivocarme, que aprender a viajar es un arte, porque trabajamos con la misma materia de los artistas: tenemos que jugar con esa materia elástica que es el tiempo, aprender a manejarlo. Debemos ser observadores, aprender a mirar el mundo con otros ojos. Nuestra obra no es un cuadro, tampoco un libro. Es un resultado interior.
Por eso esta página no es tanto el producto de mis experiencias de viajera (pues creo que cada uno debe vivirlas por sí mismo); es más bien una guía de lugares que pueden despertar en usted esa sensibilidad por lo desconocido. Aquí usted no encontrará resúmenes extensos sobre cada lugar. Esto es una invitación para que usted mismo los conozca. Y es que siempre es bueno tener un amigo que nos señale un camino, pero sin contarnos que va a pasar al final.
El objetivo de esta página es dejar algunos consejos prácticos para todo viajero, para evitarle complicaciones, y que pueda disfrutar con mayor intensidad de un recorrido por el mundo, sin necesidad de alguien que le ordene su tiempo, descúbralo usted mismo. Y para eso estoy yo, para ayudarle con pequeños consejos, para señalarle los sitios que no deben faltar en cada visita: restaurantes, museos, parajes naturales, etc. También hoteles, recomendaciones para transportarse, en definitiva una variedad de opciones para que, según su presupuesto, usted pueda programar su viaje sin dejar atrás los lugares más interesantes y hermosos del planeta.