Esta región francesa goza de un entorno natural excepcional, en su mayor parte explotado por la agricultura. Quien alguna vez haya querido conocer la campiña francesa no debe dudar en organizar un viaje a Borgoña, un espectacular destino plagado de canales, ríos, grandes bosques y verdes valles. se producen también los legendarios vinos locales, junto a los que no desentona la sabrosa y reputada gastronomía local. Aunque no es un lugar excesivamente invadido por el turismo, los precios de muchos de los servicios pueden resultar algo caros.